jueves, 23 de abril de 2009

El esperpento

Casi nunca hago una entrada en este blog sobre la actualidad sevillista como podrán comprobar, aunque lo he hecho en determinadas ocasiones que he considerado importantes. Nunca he escrito para criticar a nuestro entrenador, pero lo de ayer supone un antes y un después de la “era Jiménez” en el Sevilla FC desde mi punto de vista. La crítica es a todas luces bien merecida por lo ocurrido.

Señor Jiménez, el Sevilla FC es un club grande. Es un club con más de cien años de historia en los que ha demostrado ser un campeón con todas las letras sin comerse ninguna. Este es el club más grande del sur de España, valga la frase ya manida, pero que no falta a la verdad en absoluto.

En nuestro palmarés contamos con 17 campeonatos de Andalucía ganados, 4 a nivel nacional, una liga, amén de los títulos europeos.

jimenez

Cuando usted cogió este equipo era campeón de la UEFA, del Campeonato de España y de la Supercopa. Usted tenía un equipo grande en sus manos, el mayor Sevilla FC de la historia para convertirlo en lo que ni tan siquiera se acerca a lo que fue, a tenor de los hechos ocurridos ayer en el Nou Camp. Usted solo tenía que continuar en la línea en la que se venía trabajando sin salirse de ella ni un ápice: las mismas rutinas, las mismas costumbres, los mismos ejercicios, la misma estrategia, la misma dieta, etc… pero no.

Yo comprendo perfectamente que podemos ganar, empatar, incluso perder, pero si se pierde que sea con honor, señor Jiménez. El espectáculo circense que dimos ayer fue verdaderamente lamentable. Mi Sevilla FC pudo haber perdido perfectamente ante el mejor equipo culé de la historia y actualmente del mundo, pero no se puede perder de esa manera tan lamentable y penosa.

Hasta ahora, quitando la eliminación a primeras de cambio del entorno natural del Sevilla FC, (Europa) y la vergonzosa eliminación en semifinales ante un equipo que no es la sombra de lo que fue antaño, (Athletic Club), por no hablar de Champions de la temporada pasada, lo único que venía avalándole eran los números en liga, a pesar del mal juego, (algo que debe dar igual mientras ganemos), pero incluso ahí está perdiendo el crédito. Hemos llegado a estar a 11 puntos de nuestro siguiente perseguidor, pero es que ahora estamos a dos.

Señor Jiménez, no dudo de su profesionalidad, pero hasta ahora usted solo nos ha demostrado que en los momentos importantes el Sevilla FC no ha dado la talla con usted en el banquillo. De eso es lo único de lo que podemos hablar y no de otra cosa porque no ha existido.


Ayer vi a un equipo de barrio que se enfrentó a un grande. No vi al Sevilla FC. No vi un equipo luchador, tan solo vi a un pollo corriendo sin cabeza y, lo peor, chorreando la sangre de lo que éramos y teníamos y de lo que se nos está yendo. Espero que no sea demasiado tarde para enmendar.

¿Se merece la afición esto?

¿Merecemos tener que sufrir, aún cuando a sabiendas de esto, aún no hemos protestado en el campo animando sin cuartel?

¿Hay que llegar a sacar los pañuelos y empezar a protestar pidiendo la marcha de Jiménez para que la presidencia se de cuenta del error? ¿Es necesario llegar a ello?

El domingo aterriza el Real Madrid en la bombonera, si no se protesta será porque el sevillismo tiene una cuenta pendiente con otro entrenador, pero dependiendo como acabe el partido, el público soberano dictará su sentencia y estará bien dictada porque este público ha sabido estar cuando se le ha pedido, en lo económico, en lo social, en lo deportivo… es por ello una afición ejemplar, pero por ello, no se les olvide, es sabio y sabe pedir aquello que su Sevilla FC necesita y esto es un cambio de dirección.

Habrá quien me tache de oportunista pero las cosas deben decirse en su momento, cuando ocurren, esperando una reacción rápida si nuestro club quiere conseguir el objetivo propuesto.

Por cierto ¿no se podía adornar más el esperpento de ayer, más que con las medias de caponata que nuestro equipo lució?

Reflexionemos, por favor.

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