miércoles, 13 de enero de 2010

UN 18 DE JULIO DE 1957

 

Gil_Gmez_Bajuelo-1

HOY, 18 DE JULIO, AL CABO DE LOS AÑOS. ABC - 1957.

Aquello no podía continuar. Nadie lo quería. Ni los más cándidos, que quisieron, por comodidad, cambiar de postura, una postura secular, ni los teóricos de la pura doctrina, ni siquiera los del vaso y el grifo, de quienes habló Maura. Todos retrocedían espantados de la cariátide del engendro. Sangre, ruina, separatismos, cada vez más odios, más esquilma en el campo, en la ciudad y en las almas. Aquel horizonte de paz y de justicia, de bienestar, de convivencia y respeto mutuo que se nos brindó, ilusionando la sencillez de las masas, entró en barrena con las primeras detonaciones de pistola, cuando apenas se había borrado en el mar la estela de la nave que llevaba al destierro el impulso generoso de un monarca. Los llamados obstáculos tradicionales obviaban todo obstáculo. Elevado empeño, que no fue vano, en verdad, porque la Patria precisaba, en su proceso histórico, de la dura y dramática prueba que la llevara por rutas de expiación, con profusión de mártires, al merecimiento de una España mejor, acrisolada y forjada sobre algo más serio y fundamental que la garrulería de la palabra mitinesca, nutrida de resentimiento, y de un intelectualismo frío, extraño a nuestras esencias tradicionales, tan desconectado con las realidades, que a los primeros embates hubo de batirse en retirada, con la amargura tardía de un patético desengaño.

Poco más de un lustro duró el trágico experimento. En las colecciones de los periódicos está fresca la tinta del sombrío panorama, de la orgía permanente. En la memoria conturbada y en la carne lacerada de los españoles perviven indelebles las huellas del viento desértico que arrasó todos los valores, Un crimen monstruoso, un crimen de Estado, el asesinato de don José Calvo Sotelo, jefe de la oposición parlamentaria, aunó con emergencia impresionante las energías dispersas, que parecían soterradas en aparente agonía. Muy pocos días después alumbró el 18 de julio.

requetesEn esta fotografía aparecen los primeros grupos voluntarios de falangistas y requetés que se sumaron al Movimiento Nacional,  vemos al comandante Cuesta pasando revista.

Recordamos la fecha como si fuera de ayer. Primeras horas de la tarde de un sábado caluroso. El ambiente denso, cargado de presagios, de vivísima emoción, de esperanzas. Horas decisivas para el destino de la nación. Lo que ocurrió después está en el conocimiento de todos. Del cuartel de San Hermenegildo, ese cuartel que ya ha quedado desalojado militarmente—un recuerdo que la piqueta entregará a la reforma urbanística—, salieron los escasos soldados de que dispuso el general Queípo de Llano y unos grupos de voluntarios. La guerra había comenzado.

Lo que de aquellos días inolvidables queremos recoger, y aquí damos muestras graneas, es el entusiasmo con que hombres de toda condición acudían en petición de huir fusil para la lucha, el ideal generoso que a las muchedumbres Informaba. Un fusil y un gorrillo no más, sin atuendo castrense, en los albores de una organización primaria e improvisada, con el gozo de un despertar de pesadilla y una alegre disposición de entrega total de la vida por la Causa. Era España, otra vez en pie, con sed de alturas. Magnífico espectáculo, renovado uno y otro día durante tres años, por todos los pueblos y ciudades, por todos los campos de España, hasta la consecución de la victoria final.

Han pasado los años. Se han sucedido las conspiraciones. Lógicamente, cada vez son menos los testigos de aquellos días. Fusión días de gloria y de dolor, de lucha entre hermanos españoles que la vesania imperante hizo posible, hizo necesaria, pero que no deben volver, que no volverán. En este sentido, con este deseo, escribimos estas líneas. La fecha del 18 de Julio debe unirnos a todos. Y ello se conseguirá, a buen seguro, si permanecemos fieles a las esencias, a los nobilísimos móviles de una gran España para todos los españoles, que fueron los que el 18 de Julio nos impulsaron a tomar las armas.

Gil GÓMEZ BAJUELO, (DISCÓBOLO),
PRESIDENTE DEL REAL BETIS BALOMPIÉ.
1921-1924

---------------------------------------------------------------------------------------------------------

acrobat

Enlace primera página de ABC 18-7-1957

acrobat

Enlace segunda página de ABC 18-7-1957

Y cómo no, gracias a mi amigo Antonio.