martes, 15 de junio de 2010

UNA JOYA DE LA HISTORIA

Hoy os traemos una de esas joyas con las que cuenta la historia sevillista. Se trata de la primera historia escrita conocida del club grande de Andalucía, que salió de la pluma de Arturo Otero, directivo sevillista, a principios de los años 40.

arturo otero

En un pequeño libro con el título “Historial del Sevilla Club de Fútbol” que nos cuenta con gran detalle los avatares del club sevillista desde sus inicios. Arturo Otero nos cuenta que ya en aquella época tienen noticias desde el año 1900, donde un grupo de jóvenes practicaban su sport favorito en el descampado tras la Fábrica de Vidrio de la Trinidad. No deja de ser curioso cómo algunos de aquellos sportmen compondrían el staff en la oficialización sevillista en 1905. El Sevilla FC tiene una prehistoria anterior a 1905 y este libro habla de ella.

Muchos se preguntarán por qué se llama “Historial del Sevilla Club de fútbol” y no “Fútbol Club” y esto es debido a que un año antes, el régimen franquista obliga a todas las sociedades que contuviesen algún anglicismo en su nomenclatura a castellanizar su denominación, por lo que el Sevilla debe cambiar su nomenclatura. Hasta el año 1973 no volvió a recuperar su antiguo nombre, aunque no ya como “Football Club”, sino como “Fútbol Club”.

Otros recuperaron su nombre en la época de la dictadura, perdido curiosamente durante la República, como es el caso del Betis Balompié, volviendo a llamarse Real Betis Balompié.

El contenido de este pequeño libro que muestra muchas de las cuestiones claves de la historia sevillista, así como del fútbol sevillano, cuestión esta por la que  algún histeriador del equipo rival trata de desprestigiar, ya que deja claras muchas cuestiones fundacionales que no le conviene para sus tesis descabelladas.

Arturo Otero, hermano de Juan Otero, (Oreto), periodista de gran prestigio de los años 10 y 20 y hermano también del “Niño Vega”, futbolista de gran prestigio en primera instancia del Betis FbC y del Sevilla FC a la postre tras su absorción, recopiló la información fundacional de los protosevillistas aún vivos en aquella época para reflejarlo fielmente en su libro.

Algunos rumores hablan de que realmente el libro lo escribió su hermano Juan, pero datos certeros confirman que fue él mismo el que lo compuso.

Tan solo existen unos 4 ó 5 ejemplares de este libro, que sepamos y tengamos localizados, una joya que hoy he tenido la fortuna de adquirir y que compartiré poco a poco con mis lectores, desentrañando todos sus secretos, más que a algunos le pese.

Para eso estamos aquí.

 

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