sábado, 13 de noviembre de 2010

YA NO ES LO QUE ERA

O lo que fue durante un lamentable periodo de tiempo cutre y casposo en la historia del fútbol sevillano.

Anda la parroquia verdiblanca ilusionada con la posibilidad de que pueda darse una carambola en la que se produciría aquello que antaño llamábamos “derbi” y plantarle cara al actual Campeón de España. Esto posibilitaría muchas cosas para ellos, aparte de la lógica rivalidad que con respecto al Sevilla FC ostentan.

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Por un lado el que el equipo sevillista y su estrellas asistiesen al nuevo ‘Benito Villamarín’, nombre elegido por aquellos que también nombraron democráticamente como ‘Manuel Ruíz de Lopera’, supondría un alivio para las maltrechas taquillas béticas.

Por otro implicaría un cambio en la atención de los béticos ante tanta penuria y podredumbre producida desde 2006, desde mayo concretamente, que han venido arrastrando en un proceso de descomposición sin fin, otro más a lo largo de sus historia, donde cualquier cosa que ocurriese parecía que no podría ser superada por la siguiente, pero nada más lejos de la realidad.

Y yo, qué quieren que les diga, que a pesar de las diferencias, huelga decir que nos enfrentaríamos a un club de Segunda División y que a los equipos grandes no nos conviene nunca salir a la palestra deportiva a competir con un club inferior, porque siempre existe el riesgo de “campanada”. Campanada que dieron equipos como el Alcorcón, o La Gramanet mismamente, sin que por ello causasen la mínima erosión en el estatus de los equipos denominados grandes.

Y no digo “inferior” en tono despectivo, ni mucho menos, lo digo porque independientemente de que en cuestiones de títulos no hay color, la Clasificación histórica está ahí, donde el club verdiblanco tan solo para igualarnos, debería permanecer 21 años en primera, (no consiguió nunca estar más de 10 años seguidos en la categoría), con el equipo sevillista el mismo periodo en Segunda para poder obtener los mismos puntos en dicha clasificación.

Vendernos el  ser los primeros en algo no es ningún título como cualquier persona en sus cabales puede comprender.

Lo que hoy denominamos “ex-derbis” no deja de ser un producto de las horas bajas en la historia sevillista,  donde a la falta de pan, buenas eran las tortas, valga la expresión, que dimos a troche y moche pues los números son favorables también para el Sevilla FC con gran distancia entre ambos clubes. Un producto, los ex-derbis que existió mientras el club sevillista se vio obligado en su larga crisis, debido a la construcción del  Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.

No deja de ser curioso cómo el último derbi lo ganó el equipo verdiblanco, pero el resultado del encuentro posibilitó que el Betis bajase a Segunda División debido al gol en el último minuto de Kanouté. Bajaron por la diferencia de un solo gol.

Los espejos en los que se miran hoy ambos clubes no tienen nada que ver entre sí. Mientras uno solo aspira a conseguir entrar en competiciones europeas y ganar títulos para la ciudad de Sevilla, el otro aspira a ganar al otro club de la ciudad cuando puedan enfrentarse a él, un localismo que como comprenderán hace tiempo dejamos de contemplar los sevillistas.

Subiremos y volveremos a ser lo que fuimos”, una cantinela que no paran de entonar.  Y yo me pregunto… ¿qué fuisteis? Tan solo las lágrimas os impedirán ver las estrellas, como siempre.

No obstante esto es fútbol y todo puede pasar.